domingo, 1 de abril de 2012

"CANAS"


Yo era un crío quinceañero, vivía con mi madre en Alicante capital, mientras estudiaba diseño publicitario, un día mirándome de modo presumido frente a uno de los enormes espejos en una de sus tiendas de moda "Pret a Porte", justamente en la calle Doctor Gadea, con asombro, preocupado, observé que se me clareaba un poco el pelo, vamos que se me veía el cuero cabelludo, corriendo buscando ese instinto maternal, fui junto a mi madre, que estaba en la trastienda, sacando números con una modista, les interrumpí, cosas de niños malcriados y egoístas por falta de amor y atención. - Mamá, me estoy quedando calvo - aún recuerdo la carcajada de ambas, mi madre tenía una sonrisa picaresca y una mirada que te atravesaba, quizás muy parecida a la mía. Con su talante me respondió con negativas, - No cariño, no te estas quedando calvo, además la mamá ha tenido un sueño en el que los dos íbamos en un coche deportivo color rojo descapotable, triunfábamos como la Coca-Cola y tu tenías canas -, menos mal que mi madre se dedicaba al diseño de moda, porqué como vidente no daba una, a los pocos años en el túnel de la autopista de Benidorm ella y su BMW blanco me abandonaron, al poco tiempo me quedé calvo no, lo siguiente y lo mas parecido que he tenido con la Coca-Cola han sido los mofletes rojos como sus latas de las caídas empresariales tras el camino recorrido.

La llevo siempre conmigo, porque sigo siendo un niño, y los niños tan sólo necesitan amor, crecemos, nos hipotecamos, nos dejamos llevar por la creatividad, esa fiera que como no la domines te arruina la vida, perdemos las preferencias, las prioridades de la vida para después volver en su busca, y darte cuenta de que el camino realizado ha sido en balde.

Es curioso, de como he llegado hasta aquí, siempre me apasionó la comunicación, pero nunca podía llegar, era como si no tuviera nada que decir, era como que el ego estaba hinchado, pero de humo, de aire, de falsa autoestima. Hoy es el día que me he plantado sin miedo a volverme a equivocar y no cabe la posibilidad de fracasar, hace un tiempo, unas palabras de Trias de Bes me marcaron - No comiences una aventura por probar, si lo haces hazlo convencido - .

Es curioso escojo un domingo de ramos para caminar como contador de historias, en busca de emociones, de cuentos reales y fabulas sin animales, a sabiendas por ese sexto sentido que no perdí,( ya que cuando uno no pierde la niñez tampoco pierde sus poderes) de que me esperan nuevas sorpresas en el camino, este camino que sé que va a equilibrar la balanza de todo lo transcurrido y que toca recolectar lo plantado, aunque sabedor humilde de que algún fruto saldrá amargo, por que alguna vez sembré vientos.

Estimados amigos... Os dejo la llave de mi casa, disfrutarla...